martes, 18 de marzo de 2008

HISTORIA PERSONAL No. 2

Tengo muy presente en mi memoria el día en que mis padres descubrieron que fumaba. Fue un viernes, estaba precisamente en la casa de el amigo que me había enseñado a fumar, y lo mas irónico de todo es que ese día, no se por que, no quería fumar y no me fume un cigarrillo en toda la noche. Al rededor de las 10:00 p.m mi papa me llamo y me pregunto con tono muy cortante que en donde estaba, yo le respondí y me dijo que me fuera de inmediato para la casa. Me subí a un taxi y llegue, todos actuaban muy normal, mi mama me sirvió la comida y todo iba bien. Cuando termine de comer mi papa me dijo: "¿Usted fuma?", tan pronto me dijo eso yo ya sabia que el estaba enterado de m vicio. Me quede callado, pensé en mentir pero las palabras no me salieron de la boca, y con mi papa he aprendido que es mejor decir la verdad por mala que sea. Después de un incomodo silencio le dije que si, pero en mi cabeza solo estaba la pregunta: ¿Como se dio cuenta?, yo nunca he fumado en mi casa, ni siquiera he fumado cerca de donde vivo, solo he fumado una sola vez con un amigo a escondidas, en mi edificio.
Mi papa siguió hablando, y me dijo que le habían dicho que yo estaba fumando detrás de mi edificio con un amigo que vivía en mi unidad, me dijo que no volviera a salir con el, me dijo que lo había descepcionado mucho y que obviamente estaba castigado. Yo no era capaz de decirle nada, simplemente guarde silencio, y una vez termino, me fui a dormir. De ahí en adelante no me hablo, y yo no le hablaba por pura vergüenza. Mi mama por otro lado lo tomo con mas calma, ya que ella también había sido fumadora, pero al conocer a mi papa tuvo que elegir entre el vicio o el amor. Mi papa no me dirigió la palabra en toda la semana, solo 8 días después, y gracias a la ayuda de mi mama, le hable para pedirle disculpas y para hacerle saber que no lo iba a volver a hacer. Desafortunadamente, solo 15 días después volví a fumar.

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