jueves, 20 de marzo de 2008

Hoy, 4 años después de haber empezado a fumar, y con cada día que pasa soy mas consiente de todo el mal que me he hecho a mi mismo. No soy aquella falsedad, aquella mala excusa para ocultar un vicio, llamada "Fumador social". No soy aquel que lo hace para aparentar algo, para hacerse notar, para encajar, simplemente soy aquel que necesita un cigarrillo para estar bien. Tal vez en otro tiempo si lo hice por ser socialmente aceptado, pero ya no es así, no necesito que me acepte nadie, tengo muchos amigos, una novia hermosa que me ama y que hace que las ganas de fumar se vayan, tengo los mejores padres que se le pueden pedir a la vida, lo único que no tengo es fuerza de voluntad.
Quisiera dejarlo, de verdad quisiera, me hace mal y lo se, hace mal a los que están a mi al rededor y lo se, pero no puedo. Solo me resguardo en la esperanza de dejarlo cuando este mayor, como generalmente suele pasar, por ahora, intentare incansablemente para disminuir la cantidad de consumo, hasta convertirla en cero.


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